Octubre 31, 1994. Halloween.

Octubre 31, 1994

Querido Diario:

Esto ya comienza a tornarse aburrido. Sólo somos Colagusano y yo, las 24 horas del día. Lo único que rompe mi monotonía son las noticias que envía Júnior. Ayer llegaron los otros colegios mágicos: Beauxbatons (con una horripilante semigiganta al mando) y Durmstrang (un cobarde ex mortífago es su director). No sé cuál es peor. ¿La mujer que te quita todo deseo heterosexual con sólo verla? ¿El cobarde que enseña Artes Oscuras? ¿El caramelómano? Se han juntado los tres directores más patéticos del mundo mágico.

Karkaroff merece un capítulo aparte. Fue lo suficiente estúpido para terminar en Azkaban. Y fue aún más idiota cuando salió delatando a todos sus hermanos. Júnior incluído. Creo que mi pequeño discípulo se divertirá a lo grande mortificando a Karkaroff…


Tuyo, Lord Voldemort

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Noviembre 1, 1994

Querido Diario:

Me siento muy feliz, lo cual es raro ya que ayer fue Halloween y yo odio Halloween tanto como a Harry Potter y a Dumbledore. Otro día te contaré por qué… hoy quiero ir al grano.

Júnior lo logró. Metió el nombrecito de Harry Potter en el Cáliz de fuego. Y ahora Potter tendrá que “competir”. Es decir, atravesará todas las pruebas sin tener idea de cómo lo hizo… Iluso.
Se armó un revuelo máximo. La giganta (no es una mujer, no pienses en que es una mujer…) se mostraba indignada. Karkaroff se quejaba de que Dumbledore le quería hacer trampa. Caradura, miren quién se queja de hacer trampas… Júnior aprovechó para recordarle que el trabajo de Moody era pensar como los magos tenebrosos, y lo miró significativamente. Dudo que Karkaroff haya captado la indirecta. Júnior dice que se puso pálido. Sostengo que fue porque no podía pensar con claridad.
Snape intervino para quejarse de Potter, pero Dumbledore lo hizo callar con una mirada. Parece que el viejo sí sabe manejarlo…

Y luego ocurrió lo de siempre: Dumbledore defendiendo el honor y la estupidez de Potter, el niño mimado de Hogwarts, que si entra a competir, que si no entra… Y entró.

Ahora sólo queda esperar que “El niño que vivió” sobreviva las tres pruebas para convertirse en “El adolescente que liquidaré”. Oigo subir a Colagusano. Mañana te contaré acerca de Halloween. Lo prometo, querido Diario. Lord Voldemort siempre cumple con sus promesas. Sobre todo cuando prometo dolor y muerte.


Tuyo, Lord Voldemort.

1 comentario:

K dijo...

Excelente! simplemente; como es que no te habia encontrado, sos una genio y me quito el sombrero ante vos... "el adolescente que liquidaré" es lo que me ha saltado más lágrimas de risa hasta ahora...